Una sonrisa perfecta es posible, sin duda. Y una sonrisa perfecta, reluciente y sana, más todavía. Por esto, los expertos en odontología estética recomiendan el blanqueamiento dental, un tratamiento que aborda la salud y la belleza a la misma vez.   

¿Cómo es el proceso de blanqueamiento dental?

El blanqueamiento dental es un método estético y odontológico que se aplica en la pieza dental de forma externa. Es decir, el profesional impregna la pieza con unos productos que blanquean y embellecen el esmalte dental.    Pese a que este tratamiento se aplique sobre el esmalte dental, es decir, sobre la parte más externa, también llega hasta la dentina, el tejido interno que da el color a los dientes. Es ahí donde reside su calidad: se mejora el color desde su base.   

¿Cuánto se tarda en hacer un blanqueamiento dental?

El usuario debe ser consciente que concretar de forma general la duración de un blanqueamiento dental no resulta nada fácil. Cada tratamiento va a depender del paciente, de sus características y de su respuesta al mismo.   No obstante, lo más habitual suele ser tener unos resultados inmediatos. Sobre todo si es realizado por un odontólogo, ya que se aplican aclaradores químicos muy potentes. De hecho, siempre se recomienda a un paciente someterse bajo la tutela y manos de un profesional en odontología.   

¿Cuál es la duración de los resultados de un blanqueamiento dental?

Los profesionales en odontología aseguran que los resultados suelen durar entre uno y cuatro años, según la respuesta del paciente y sus hábitos de higiene y cuidado dental. De hecho, aconsejan los siguientes puntos en cuanto a mantenimiento de los resultados.  

¿Qué hacer después de un blanqueamiento dental? 

Tras una sesión de blanqueamiento dental, lo primero que se recomienda a un paciente es comer “comida blanca”. Es decir, seguir una dieta blanda y basada en alimentos de colores claros o blanco.    Asimismo, los dentistas también recomiendan seguir los siguientes pasos a nivel general:  

• No  ingerir alimentos muy fríos o calientes, ya que puede producir sensibilidad.
• No fumar.
• Evitar el consumo de alimentos como café, té, bebidas con colorantes o frutas oscuras, como moras o arándanos.
• Mantener una buena y constante higiene bucal.

 

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