Avances en el Tratamiento de Cicatrices de Acné: Combinación de Láser y Radiofrecuencia

Un estudio reciente ofrece un nuevo rayo de esperanza para aquellas personas que luchan contra las secuelas del acné, específicamente las cicatrices atróficas que afectan hasta a un 95% de los pacientes con acné y que tienen un profundo impacto psicosocial.

La investigación, que exploró la eficacia de dos tecnologías dermatológicas, fue llevada a cabo con el objetivo de determinar si la alternancia de tratamientos con láser fraccionado no ablativo (NAFL por sus siglas en inglés) y el microneedling con radiofrecuencia (MNRF) ofrece mejores resultados en comparación al uso exclusivo de NAFL. Este estudio fue diseñado de manera prospectiva, randomizada y con diseños de caras divididas para una comparación más efectiva y controlada de los tratamientos.

En este ensayo clínico, veinte pacientes con cicatrices de acné atróficas fueron sometidos a un tratamiento facial dividido. Cada mitad fue aleatoriamente asignada para recibir solamente tratamiento con NAFL o una combinación alternada de NAFL con MNRF. Los participantes se sometieron a un total de cuatro sesiones de tratamiento, con un intervalo de cuatro semanas entre cada una.

Los resultados a los noventa días posteriores al último tratamiento mostraron una mejora significativa en la puntuación promedio del ECCA, que es una escala global de evaluación clínica de cicatrices de acné. Ambas mitades faciales mostraron una mejora que osciló entre el 20% y el 30% respecto al inicio del estudio. Sin embargo, no se registraron diferencias significativas entre las dos mitades del rostro, indicando que no hubo superioridad de un tratamiento sobre el otro en cuanto a la puntuación promedio global de ECCA o porcentaje de mejora en cualquier momento durante el estudio.

La conclusión del estudio apunta a que tanto el NAFL como el MNRF son tratamientos seguros y efectivos para las cicatrices atróficas derivadas del acné. No obstante, la alternancia entre NAFL y MNRF, según lo observado en la investigación, no muestra ventajas significativas sobre el empleo exclusivo de NAFL.

Es importante mencionar que estos hallazgos podrían tener implicaciones considerables en las prácticas de dermatología estética, otorgando a los especialistas una base científica más sólida en la elección de tratamientos para sus pacientes con cicatrices de acné.

En cuanto a los tratamientos dermatológicos, la seguridad y eficacia siempre están en la vanguardia de las preocupaciones de los pacientes y médicos por igual. Estos hallazgos, aunque no definitivos en preferencias de tratamiento, proporcionan información valiosa para aquellos pacientes que buscan opciones para mejorar la apariencia de cicatrices de acné y para los profesionales que buscan ofrecer las mejores alternativas terapéuticas disponibles.

Este estudio es un ejemplo de cómo la medicina continúa evolucionando y adaptándose con el objetivo de ofrecer a los pacientes los tratamientos más efectivos con base en evidencia científica. A pesar de que el abordaje combinado no se mostró superior en este caso, la investigación constante y la innovación en el campo de la dermatología prometen seguir ofreciendo nuevas alternativas para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por cicatrices de acné.