Un avance significativo en el manejo de los queloides podría estar a la vuelta de la esquina gracias a una técnica innovadora que utiliza la mesoterapia con dexametasona. Esta modalidad terapéutica ha mostrado resultados prometedores en un estudio reciente publicado en la revista "Plastic and Reconstructive Surgery Global Open".
Los queloides, cicatrices hipertróficas que a menudo aparecen tras heridas o incisiones en la piel, son particularmente prevalentes entre las personas con tonos de piel más oscuros, alcanzando un índice de aparición de hasta un 16%. Estas cicatrices no solo representan un problema estético, sino que también pueden causar molestias funcionales y psicológicas a quienes las padecen.
Tradicionalmente, se ha recurrido a las inyecciones intralésionales de esteroides como tratamiento de primera línea, a pesar de que los resultados no siempre han sido los esperados. Ante esta realidad, investigadores han buscado nuevas alternativas que mejoren el pronóstico de los pacientes afectados por queloides.
El estudio, liderado por los doctores Jenny y Melissa Carvajal de Medellín, Colombia, resalta el caso de un hombre de 32 años, fototipo VI, con un queloide de seis meses de antigüedad en el dorso de la mano derecha, que experimentó una mejoría significativa tras someterse a esta nueva modalidad de tratamiento.
El procedimiento consistió en la inyección intralesional de dexametasona utilizando la técnica de mesoterapia. El método se basa en la administración de dosis reducidas del corticoide mediante microinyecciones en la zona afectada, disminuyendo así el riesgo de efectos adversos típicos de otros tratamientos y optimizando la absorción del fármaco.
El resultado fue una reducción significativa del tamaño del queloide y la recuperación del rango de movimiento del paciente, sin evidencia de recurrencia a un año de seguimiento.
La mesoterapia con dexametasona actúa suprimiendo la expresión del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), un mediador clave en la formación de nuevos vasos sanguíneos y, por consiguiente, en el crecimiento de los queloides.
Este estudio subraya la importancia de desarrollar tratamientos a medida que consideren las particularidades de la fisiología de la piel en las personas de color, ya que son más susceptibles a desarrollar queloides y pueden no responder de la misma manera a las terapias convencionales.
Aunque los resultados son esperanzadores, los investigadores indican que se requieren ensayos clínicos aleatorizados para validar la eficacia y seguridad de la mesoterapia con dexametasona, y así establecer un protocolo estandarizado de tratamiento.
La publicación de este estudio no solo representa un avance en el ámbito de la cirugía plástica y reconstructiva sino que también ofrece una luz de esperanza para aquellos pacientes que, hasta el momento, han tenido limitadas opciones de tratamiento para una condición tan problemática como los queloides.
Fuente: journals.lww.com
Ver y consultar a centros