En un reciente avance científico, una revisión sistemática de ensayos controlados aleatorizados ha arrojado resultados alentadores para aquellos que sufren de alopecia androgenética (AGA), una forma común de pérdida de cabello en hombres y mujeres. Esta condición, que tiene un impacto considerable en la calidad de vida y el bienestar psicológico de los individuos, ahora podría tratarse con seguridad y eficacia utilizando terapias derivadas de células madre autólogas.
La investigación, que clasificó y analizó 12 ensayos controlados aleatorizados realizados entre 2013 y 2023, examinó minuciosamente tanto las intervenciones celulares como las acelulares, basándose en células madre obtenidas de tejido adiposo humano, folículos pilosos, médula ósea, sangre del cordón umbilical y dientes deciduos exfoliados. Se incluyó un total de 514 participantes en estos estudios, que generaron evidencia significativa del potencial de las terapias con células madre para fomentar la regeneración y el aumento de la densidad del cabello.
Las terapias de células madre para la AGA van desde el trasplante de células madre, que modulan las células foliculares y reemplazan las células muertas, hasta los enfoques acelulares, que involucran medios acondicionados y extractos de células madre y que juegan un papel crucial a través de sus efectos paracrinos en las células vecinas y en el crecimiento folicular.
Por ejemplo, se ha estudiado la suspensión de células madre mesenquimales derivadas de folículos pilosos (HF-MSCs por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la AGA. En un ensayo clínico, se extrajeron folículos pilosos del área occipital y se procesaron para obtener suspensiones de HF-MSCs, que luego se inyectaron en las áreas de la línea del cabello que retrocedían. Se observó un aumento en la densidad y el diámetro del cabello en el grupo experimental.
Otras investigaciones han usado fracciones de tejido adiposo humano, que contienen tanto células madre como vasculares e inmunológicas, y han demostrado un aumento del 48% en la densidad del cabello en un período de seguimiento de 6 meses. Se ha observado una elevada satisfacción de los sujetos con los resultados obtenidos tras el tratamiento.
Este enfoque terapéutico también fue respaldado por un estudio en el que se inyectaron células mononucleares derivadas de la médula ósea, obtenidas mediante aspirado de médula ósea, en comparación con células madre foliculares autólogas. Ambos grupos observaron un incremento significativo del grosor del cabello y del número de folículos capilares a los seis meses de la inyección terapéutica.
Aunque son prometedores, los resultados de estas terapias suelen ser temporales, lo que sugiere la necesidad de reinyecciones periódicas como parte de un enfoque de tratamiento más prolongado. Además, se reconoce la importancia de una optimización en los protocolos para mejorar los resultados a largo plazo para los pacientes.
El futuro de las terapias para la AGA parece alentador, con la posibilidad de personalizar los tratamientos según marcadores genéticos específicos para aumentar la eficacia. Próximas investigaciones centradas en la reprogramación de células somáticas para obtener células madre pluripotentes inducidas, exosomas y organoides foliculares ofrecen también un horizonte esperanzador para la medicina regenerativa aplicada a la pérdida de cabello.
Se destaca que estas terapias no presentaron efectos adversos significativos, y por lo tanto representan una opción de tratamiento segura y novedosa. En comparación con los métodos tradicionales de trasplante de cabello, las terapias con células madre podrían llegar a desempeñar un papel complementario para mejorar los resultados en los pacientes con AGA.
Para más información y recursos sobre procedimientos innovadores en esta área, se puede consultar las opciones de tratamientos en clínicas especializadas.
Fuente: www.ncbi.nlm.nih.gov
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