Las aplicaciones de las toxinas botulínicas han visto un considerable crecimiento desde su incorporación al campo de la dermatología cosmética. Estos agentes, conocidos por su alta seguridad y resultados predecibles, han alcanzado índices de satisfacción del 97% entre los pacientes que los usan con finalidades cosméticas. Entre las indicaciones cosméticas aprobadas por la FDA, encontramos el tratamiento de arrugas severas entre las cejas, líneas de expresión laterales al ojo, y líneas de la frente.

El uso de estas sustancias no se limita a las aprobaciones de la FDA. Existen numerosos tratamientos off-label, aplicados para suavizar las líneas de la nariz conocidas como "líneas del conejo", sonrisa gingival, la llamada "lip flip", ángulos caídos de la boca, bandas platismales y contorneado facial con tratamiento sobre los músculos maseteros.

En el área médica y más allá de la cosmética, las toxinas botulínicas tienen aprobación para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar y han encontrado uso off-label en el tratamiento de numerosas afecciones dermatológicas, incluyendo hiperhidrosis facial, bromhidrosis, cromhidrosis, síndrome de Frey, enfermedad de Hailey-Hailey, neuralgia postherpética y psoriasis.

Desafíos y Preferencias del Consumidor en 2023

Un tema de interés actual es la duración prolongada del efecto de estas toxinas, con Daxxify liderando la aprobación para una duración más larga con una dosis de 40 unidades para líneas glaberales. Otras empresas buscan lograr duraciones similares, aumentando la dosis de sus productos aprobados y concentrando la dilución. La preferencia parece ser por productos con efectos más duraderos, evitando la necesidad de tratamientos repetitivos cada pocos meses.

Investigaciones y Desarrollos Actuales

Se están llevando a cabo estudios clínicos para obtener nuevas indicaciones con onabotulinumtoxinA para bandas platismales, entre otros. Recientemente, un nuevo neuromodulador llamado trenibotulinumtoxinE ha demostrado significancia estadística para la mejora de las líneas entre las cejas en comparación con el placebo, con un efecto rápido y una duración de dos a tres semanas. Además, un nuevo tipo de toxina, la relabotulinumtoxinA, destaca por su rápido inicio de acción y una duración cercana a los seis meses, con alta satisfacción del paciente.

Expectativas de Pacientes y Médicos

Existe el deseo de ver tratamientos con duraciones más largas y predecibles. Tanto pacientes como médicos quisieran disponer de un agente capaz de revertir por completo los efectos de la toxina en caso de algún evento no deseado. También sería beneficioso que los usos off-label que se practican corrientemente reciban la aprobación de la FDA, permitiendo así una educación directa al consumidor sobre los beneficios del tratamiento en estas áreas.

Actualmente, hay un llamado a centrar la investigación en la evidencia y no en mitos. Por ejemplo, sería valioso realizar ensayos controlados que comparen la mejora de la calidad de la piel con las diferentes toxinas botulínicas disponibles para determinar si hay diferencias significativas en los resultados obtenidos entre los productos.

La investigación futura podría enfocarse en una gran cantidad de temas, incluyendo dosis óptimas considerando la variación entre grupos étnicos y de género, la métrica de resultados ideal y cómo afecta la dilusión a estos resultados.