El paso del tiempo y la gravedad suelen dejar su huella en nuestra piel, resultando en una frente caída y la aparición de arrugas, una situación que afecta a muchos y puede ser motivo de disconformidad con la propia imagen. Sin embargo, los avances en cirugía plástica han posibilitado que existan técnicas menos invasivas para rejuvenecer el rostro; una de ellas es el levantamiento de frente endoscópico, un procedimiento que promete renovar tu apariencia con un proceso mínimo y una recuperación acelerada.

¿Qué es el levantamiento de frente endoscópico

El levantamiento de frente endoscópico es una técnica avanzada de cirugía estética que consiste en hacer pequeñas incisiones en el cuero cabelludo para luego introducir un endoscopio, que es un dispositivo equipado con una cámara de alta definición. Esto permite al especialista operar con gran precisión y mejorar la ubicación de las cejas caídas y la piel de la frente, consiguiendo un aspecto más joven y descansado.

Beneficios del procedimiento

Comparado con el levantamiento tradicional, este método ofrece múltiples ventajas como menor cantidad de cicatrices visibles y una reducción significativa del tiempo de recuperación. Además, la técnica endoscópica habilita a que el campo visual del cirujano sea más amplio, mejorando la seguridad y exactitud del procedimiento, al tiempo que reduce el riesgo de daño a los nervios o tejidos circundantes.

Anestesia y Procedimiento
Por lo general, esta cirugía se lleva a cabo bajo anestesia local con sedación o anestesia general. El profesional realiza pequeñas incisiones y después introduce el endoscopio en el tejido conectivo profundo de la frente, dando paso a la restructuración muscular y la elevación de la piel donde sea necesario. Al concluir, se retira el endoscopio y las incisiones se cierran con suturas absorbibles o de nylon.

Recuperación y Resultados

Uno de los aspectos más atractivos del levantamiento de frente endoscópico es su periodo de inactividad relativamente corto, que varía de dos a cuatro semanas. Los pacientes usualmente pueden retomar sus actividades regulares dentro de los 14 días posteriores al procedimiento, aunque los resultados continuarán mejorando durante varios meses hasta conseguir una apariencia final más firme y jovial.