El blanqueamiento dental es una práctica cada vez más popular en el mundo de la odontología cosmética. La búsqueda de una sonrisa deslumbrante lleva a muchas personas a explorar diversas opciones para mejorar el tono de sus dientes, que tienden a oscurecerse con el paso del tiempo por diversos factores.
El principal agente blanqueador utilizado en esta práctica es el peróxido de hidrógeno, un compuesto que se encuentra en distintas presentaciones, como el peróxido de carbamida. Este se descompone en contacto con el agua y libera peróxido de hidrógeno, que penetra en el esmalte y descompone las moléculas de pigmento, resultando en una sonrisa más clara y luminosa.
La efectividad del tratamiento de blanqueamiento puede verse afectada por varios factores, como la edad del individuo, ya que con el tiempo se forman dentina secundaria y el esmalte puede adelgazarse, incrementando la tonalidad amarillenta de los dientes. Aun así, no se observan diferencias significativas en el color debido al género o la raza.
Los especialistas destacan la importancia de un diagnóstico adecuado antes de cualquier procedimiento blanqueador. En este sentido, el estado general de salud oral del paciente es crucial, pues enfermedades periodontales o presencia de caries podrían complicar el tratamiento.
Las manchas extrínsecas, que provienen de fuentes externas como el tabaco o la dieta, y las intrínsecas, que se forman durante el desarrollo del diente, son los principales blancos de este tratamiento. Sin embargo, algunos tipos de manchas intrínsecas, como los daños por tetraciclinas, pueden ser más resistentes y necesitar de métodos de blanqueamiento internos.
Métodos y Consideraciones
Existen diversas técnicas de blanqueamiento, tanto en clínicas odontológicas como para uso en casa. En la clínica, se emplean métodos de blanqueamiento acelerado por luz, aunque estudios recientes indican que este método podría no ser más efectivo que los tratamientos sin luz y, en algunos casos, podría incrementar la sensibilidad dental.
El tratamiento casero con productos de venta libre, como geles y tiras blanqueadoras, es una alternidad para casos leves de manchas dentales. No obstante, la incorrecta administración de estos tratamientos puede conducir a efectos adversos como la sensibilidad dental o la irritación de las encías.
Las pastas dentales blanqueadoras ofrecen una opción más suave, gracias a componentes no abrasivos como el bicarbonato de sodio. Aunque su efecto es más gradual, su uso continuo puede mejorar el tono de los dientes a largo plazo.
Muchos expertos advierten sobre el sobreblanqueamiento, que puede causar una apariencia translúcida y frágil en los dientes, y recomiendan limitar el uso de estos productos y optar por tratamientos controlados por profesionales.
Para aquellos que buscan servicios profesionales para mejorar el color de su sonrisa sin salir de su región, una opción recomendable son las clínicas especializadas en blanqueamiento dental en Vizcaya, que ofrecen tratamientos adaptados a las necesidades individuales y supervisados por dentistas cualificados.
Efectos Secundarios y Recomendaciones
Uno de los efectos secundarios más comunes del blanqueamiento dental es el aumento de la sensibilidad, que puede ser temporal y suele desaparecer con el tiempo. También puede ocurrir una reacción de rebote, en la que el color de los dientes regresa parcialmente a su estado original tras varios días del tratamiento.
Otro riesgo potencial es el daño al esmalte, lo que puede aumentar la susceptibilidad a nuevas manchas y caries. Los productos con pH extremadamente bajo son particularmente peligrosos en este sentido. Asimismo, se debe tener en cuenta la posibilidad de cambiar el color de restauraciones previas, como las coronas de cerámica y los empastes de amalgama o resina compuesta.
La obsesión con el blanqueamiento dental, conocida como "bleachorexia", es un fenómeno preocupante. Los individuos con bleachorexia pueden continuar usando productos blanqueadores incluso cuando ya no es posible aclarar más los dientes, lo que puede resultar en efectos dañinos a largo plazo.
En conclusión, el blanqueamiento dental es un procedimiento que puede mejorar significativamente la apariencia de la sonrisa de una persona, pero es importante que se realice bajo la supervisión de un profesional para asegurar no solo la estética, sino también la salud de la cavidad oral.
Fuente: en.wikipedia.org
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