El mundo de la dermatología y el cuidado de la piel ha evolucionado con tratamientos como los peelings faciales químicos, que ofrecen ventajas significativas más allá de la simple mejora estética. Estas técnicas de profundidad van más allá del nivel superficial, abordando problemas de piel desde su origen y estimulando la renovación celular para revelar una capa más sana y rejuvenecida.
Expertos en dermatología destacan que los peelings químicos actúan mediante la exfoliación, acelerando la eliminación de células muertas y la producción de colágeno, lo cual se traduce en una piel más suave y uniforme. Estos procedimientos, que pueden realizarse tanto en casa como en consultorios especializados, emplean ácidos como los alfa hidroxiácidos (AHAs) y betahidroxiácidos (BHAs) para disolver los enlaces entre las células cutáneas.
La doctora Juliet Aylward, dermatóloga con amplio reconocimiento por su experiencia en tratamientos cutáneos avanzados, explica que los peelings faciales inducen un trauma controlado que promueve la regeneración de la piel y la formación de tejido celular más saludable, algo que los simples exfoliantes o scrubs no pueden lograr. A medida que las capas externas dañadas se desprenden, se estimula una curación natural que da origen a una piel revitalizada.
Los peelings caseros se presentan con concentraciones más bajas de agentes activos que permiten una exfoliación paulatina, ideales para quienes buscan mantener su piel o resolver problemas cutáneos leves. En contraste, los tratamientos profesionales proporcionan una renovación más intensiva, adecuada para abordar preocupaciones dermatológicas más marcadas.
Más allá de mejorar la apariencia, se han encontrado beneficios médicos en los peelings químicos, como su contribución a la prevención de células cancerígenas en pieles dañadas por el sol y el tratamiento de queratosis actínica. Estos avances significan un paso importante en la dermatología preventiva y terapéutica.
Para aquellos con piel sensible, se recomiendan los peelings con ácido láctico, que proporcionan una exfoliación más suave, mejoran la textura de la piel y potencian su luminosidad, sin la agresividad de otros tratamientos.
En el caso de problemas de hiperpigmentación, manchas de la edad o arrugas profundas, los peelings con ácido tricloroacético (TCA) son una alternativa popular, penetrando más allá de las capas superficiales y ofreciendo resultados notables con un período de recuperación controlado.
Es esencial que, antes de considerar un peeling químico, los individuos consulten con un dermatólogo certificado para asegurarse de que el tratamiento sea apropiado para su tipo de piel y sus objetivos estéticos y de salud. Los especialistas pueden proporcionar orientación sobre la potencia y el tipo de peeling más beneficioso para cada caso.
Fuente: www.scmp.com
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