La búsqueda de mejora estética y funcional en la anatomía genital femenina ha observado un incremento significativo en los últimos años. La labioplastia, que es la cirugía cosmética genital femenina más común, ha experimentado un aumento del 45% a nivel mundial y más de un 50% en Estados Unidos.
Con la introducción de dispositivos basados en energía en el mercado estadounidense en 2014, se ha promovido su uso no regulado para tratar temas como la atrofia de tejido vulvovaginal, laxitud, sequedad y dolor, bajo el concepto de "rejuvenecimiento vaginal".
Estas prácticas no están exentas de polémica. En 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió una advertencia acerca del uso de dispositivos de energía para rejuvenecimiento vaginal, argumentando la falta de evidencia sustancial a favor de sus beneficios y reportando complicaciones derivadas de su uso.
El equilibrio entre riesgo y beneficio de estos procedimientos y tratamientos basados en energía varía según la tipología de la cirugía. Por ejemplo, la manipulación de las labias menores en la labioplastia presenta riesgos específicos, como daños en los nervios y glándulas clitorianas que pueden tener consecuencias sexuales devastadoras.
Es necesario disponer de más datos sobre la seguridad de tecnologías como las ondas de choque de baja intensidad o la fotobiomodulación, especialmente para mujeres embarazadas o aquellas con planes de concebir, o pacientes con cáncer. La ausencia de una evidencia sólida recomienda precaución ante estos procedimientos.
A pesar de los intensos debates y de la promoción en el mercado para su ejecución, el laboratorio actual no proporciona evidencia concluyente que respalde la mayoría de las afirmaciones cosméticas y funcionales que se hacen sobre estos procedimientos estéticos.
El Caso Particular de la Labioplastia
La labioplastia promete resultados tanto estéticos como funcionales, sugiriendo una mejora en la comodidad e higiene, así como en la apariencia de una "hendidura limpia". Sin embargo, tales promesas no son ciertas de manera fiable. Las declaraciones uniformes acerca de la reducción de labios menores en diferentes culturas revelan que las ventajas atribuidas son subjetivas y contextualizadas culturalmente.
Es imperativo que los pacientes que consideran la cirugía cosmética genital femenina reciban un consentimiento informado sólido, educándose sobre la falta de beneficios concluyentes en la reducción de labios o en los procedimientos médicos regenerativos vulvovaginales.
Debido a las implicancias estéticas y funcionales, es vital que tanto pacientes como profesionales estén al tanto de los datos más actualizados y que el asesoramiento realizado esté fundamentado en pruebas científicas verificables.
Fuente: auanews.net
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