Un procedimiento de liposucción, ampliamente considerado como seguro dentro de las prácticas quirúrgicas estéticas, ha sido el punto focal de un recente reporte clínico que detalla las complicaciones postoperatorias serias que incluyeron la perforación hepática iatrogénica.
En el caso descrito, una mujer de 42 años experimentó dolor abdominal considerable tres días después de someterse a una liposucción. El incremento en las enzimas hepáticas condujo al diagnóstico de una fuga biliar activa proveniente del lóbulo derecho del hígado.
El manejo de este acontecimiento inesperado requirió una intervención quirúrgica de emergencia en la que se confirmó una lesión por penetración en el hígado. El caso culminó con varias cirugías de lavado y una prolongada hospitalización de tres meses que incluyó un período en la unidad de cuidados intensivos. La paciente pudo recuperarse completamente y se le dio de alta tras el cierre exitoso de la herida abdominal.
Aunque tales complicaciones son extraordinariamente raras, la publicación del reporte enfatiza la importancia del seguimiento riguroso de los pacientes tras la intervención quirúrgica, así como la necesidad de una pronta identificación y tratamiento de las complicaciones postoperatorias para el manejo exitoso.
Este caso pone de manifiesto que las intervenciones, aunque estadísticamente seguras, no están exentas de riesgos significativos. A pesar de la baja tasa de incidencia de complicaciones severas, las lesiones a órganos sólidos o a estructuras huecas internas representan una amenaza para la vida que requiere una respuesta médica altamente especializada y oportuna.
El tratamiento para este tipo de complicaciones varía entre enfoques quirúrgicos y no quirúrgicos dependiendo de la presentación de síntomas y diagnóstico del paciente. La vigilancia postoperatoria y el reconocimiento temprano de signos anormales son cruciales para el pronóstico favorable del paciente.
Fuente: academic.oup.com
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