Innovadora técnica de implantes inmediatos en zona estética dental revoluciona la Implantología
La implantología dental ha dado un paso significativo en la búsqueda de optimizar la estética y la satisfacción del paciente con la introducción de los implantes inmediatos en la región de mayor visibilidad al sonreír, conocida como la zona estética. Esta nueva técnica está despertando interés en la comunidad odontológica por su capacidad de integrar un enfoque mínimamente invasivo con resultados estéticos de alta calidad.
Tradiconalmente, la colocación de implantes dentales tras la extracción de un diente requería un periodo de espera para el adecuado cierre y curación del alvéolo. No obstante, los desarrollos recientes han permitido la colocación de implantes de forma inmediata, lo que no solo reduce el tiempo de tratamiento total, sino que también disminuye el impacto psicológico y emocional que puede generar la ausencia dental en la sonrisa de los pacientes.
Este concepto avanzado, que ha sido parte de varios estudios clínicos, es especialmente relevante cuando se refiere a los dientes frontales, donde las expectativas estéticas y funcionales de los pacientes son extremadamente altas. Los especialistas en implantología, como el destacado profesor Nikos Mattheos, han adoptado los implantes inmediatos en las zonas estéticas bajo ciertos criterios de selección rigurosos. En contextos ideales, la técnica de colocación sin colgajo permite preservar la arquitectura de los tejidos blandos, minimizando la perturbación vascular y optimizando la integración estética del implante.
El factor clave para el éxito de estos implantes reside en una serie de condiciones anatómicas y de salud específicas del paciente. Entre estas, se incluye la presencia de una pared ósea facial intacta y un biotipo de tejido blando grueso. Asimismo, la ausencia de infección y una cantidad adecuada de volumen óseo son cruciales para asegurar la estabilidad del implante en su posición correcta. Un implante colocado inmediatamente, acompañado de una corona temporal, se ha mostrado valioso en el mantenimiento de la estructura del tejido blando adyacente, favoreciendo su preservación a largo plazo.
Los datos publicados sobre el seguimiento a largo plazo de estos implantes sugieren una alta tasa de estabilidad tanto de los tejidos blandos como del hueso circundante. Un estudio llevado a cabo en Australia y liderado por el profesor Saso Ivanovski indica que tras 4-5 años, la pérdida de tejido blando superior a 1.5 mm ocurrió en menos del 5% de los casos, y la alteración de la altura ósea entre 1.5 y 2 mm fue de aproximadamente un 6%.
Este enfoque, aunque prometedor, se reserva para una pequeña porción de casos, dada la necesidad de cumplir con estrictos criterios de selección. Para aquellos casos que no se ajustan a estos parámetros, se opta por la extracción y posterior colocación del implante con regeneración ósea guiada (GBR) tras un período de cicatrización de 6 a 8 semanas. Este es aún el método predominante en las zonas estéticas, permitiendo resultados satisfactorios en una mayor proporción de pacientes.
Los desarrollos tecnológicos en flujo digital de trabajo tanto quirúrgico como prostodóntico prometen incrementar aún más las aplicaciones de los implantes inmediatos, ampliando su indicación en la práctica odontológica.
Este avance en la técnica de implantes representa una evolución significativa en la práctica de la implantología, integrando elementos de arte y ciencia en la reconstitución de la sonrisa, aspecto fundamental de la expresión humana.
Fuente: mattheos.net
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