Los tratamientos para queloides, una complicada afección dérmica provocada por el crecimiento excesivo de tejido cicatricial, podrían experimentar un giro radical gracias a los resultados obtenidos en un estudio clínico controlado y aleatorizado realizado en Indonesia. Dicho estudio ha evaluado la efectividad del losartán potásico al 5% cargado en gel etosómico y ha generado esperanzadoras expectativas en el ámbito médico y estético.
Los queloides generan no solo incomodidad física por dolor y picor, sino que también pueden implicar un impacto psicológico debido a su apariencia. Tradicionalmente, se han administrado inyecciones de triamcinolona acetonida como tratamiento estándar. A pesar de su uso generalizado, estos inyectables conllevan una serie de efectos secundarios no deseados y no garantizan resultados constante. La aplicación directa de terapias tópicas, aunque menos invasiva, a menudo se encuentra con la barrera de una penetración cutánea efectiva debido a la constitución especializada de la piel que compone un queloide.
En este innovador ensayo, los investigadores han puesto su enfoque en el losartán potásico, una substancia con el potencial de bloquear los efectos del angiotensina II, un elemento asociado con la formación de queloides. Con la premisa de que el losartán podría suprimir la generación de tejido cicatricial excesivo, se diseñaron geles etosómicos - un medio de transporte seguro y no invasivo - para llevar el medicamento directamente a la piel afectada.
Las Universitas Gadjah Mada y Universitas Riau, ambas destacadas instituciones médicas indonesias, han colaborado en este proyecto. Cabe destacar que estas universidades son reconocidas por su liderazgo en investigación médica y su compromiso con la mejora de tratamientos dermatológicos en Asia.
El estudio dividió a 46 adultos con queloides en dos grupos de tratamiento: uno recibió el gel de losartán al 5% y el otro el tratamiento de inyección tradicional con triamcinolona acetonida al 10%. Durante 12 semanas, el equipo de investigación midió diversos indicadores de mejoría, utilizando como base la escala POSAS 3.0, que evalúa aspectos como el eritema, la pigmentación, el área superficial, el grosor y la flexibilidad de los queloides. Este protocolo se aplicó a intervalos de 4, 8 y 12 semanas desde el inicio, utilizando programas de análisis estadístico como SPSS para una interpretación rigurosa de los datos.
Los resultados preliminares muestran una tendencia positiva hacia la aplicación tópica del losartán, sugiriendo que podría convertirse en un tratamiento efectivo y menos invasivo para el dilema prolongado de los queloides. Aunque los datos definitivos están pendientes de ser publicados, la comunidad científica anticipa un análisis a fondo de este método y su potencial para modificar el estándar de cuidado de la piel cicatrizal anormal.
El impacto del éxito de este estudio podría ser significativo, ofreciendo una alternativa práctica y cómoda para las personas afectadas por queloides. Asimismo, podría reducir la dependencia de métodos más tradicionales que llevan aparejados riesgos y molestias para los pacientes.
El estudio ha sido registrado en el directorio internacional de ensayos clínicos clinicaltrial.gov con el identificador NCT05893108, reflejando su carácter oficial y garantizando el cumplimiento de estándares éticos y científicos a nivel global. La intervención por parte del gobierno se asegura a través de la aprobación ética del Comité de Ética de Investigación Médica y Salud de la Facultad de Medicina, Salud Pública y Enfermería de la Universitas Gadjah Mada.
A medida que la ciencia médica avanza, surge la esperanza de tratamientos más humanos y eficaces para afecciones que van más allá de su impacto fisiológico, abarcando el bienestar completo del individuo. Cuando se publicará la completa colección de datos y concluya el análisis final, se espera que tanto médicos como pacientes cuenten con más herramientas para afrontar los retos que los queloides presentan.
Fuente: www.ncbi.nlm.nih.gov
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