El proceso de reparación de la piel tras lesiones de quemadura profunda puede desencadenar el desarrollo de cicatrices hipertroficas, un tipo de tejido cicatricial elevado que puede persistir de manera permanente y afectar la movilidad de las articulaciones. Aunque existen tratamientos que incluyen cirugía y prendas de presión, su efectividad es limitada y no previenen la reaparición de estas cicatrices. La dificultad para tratarlas yace en la escasa comprensión de los mecanismos moleculares que intervienen en su formación.
Una revisión de estudios recientes ha arrojado luz sobre dichos mecanismos en cicatrices hipertroficas resultantes de quemaduras graves. Entre los hallazgos, se han identificado caminos moleculares que podrían ser regulados para disminuir la formación del tejido cicatricial. Entre estos se encuentran el factor de crecimiento Transformante (TGF), la Homóloga de la Fosfatasa y tensina (PTEN) y los receptores tipo Toll (TLRs).
El Desafío de las Cicatrices Hipertroficas
Las cicatrices hipertroficas son producto de la destrucción de componentes profundos de la dermis causada por quemaduras. A menudo, estas cicatrices carecen de elementos dérmicos como glándulas sudoríparas y folículos pilosos, resultando en tejido que no reproduce las características de la piel sana.
Además de la limitación en la movilidad y la posible desfiguración estética, dichas cicatrices no cumplen adecuadamente con las funciones de la piel, lo que incluye la termorregulación, la protección contra microorganismos y el mantenimiento del equilibrio de líquidos internos.
Estudios Moleculares y Futuro de los Tratamientos
Las investigaciones también sugieren que una mejor comprensión de los cambios en el metabolismo celular, la comunicación intracelular a través de citoquinas y la biomecánica puede ofrecer pistas cruciales para el desarrollo de nuevas terapias. No obstante, uno de los principales obstáculos en la investigación de las cicatrices hipertroficas es la falta de un modelo animal robusto debido a diferencias en la cicatrización de heridas entre humanos y animales.
Los estudios actuales tienden a enfocarse más en opciones terapéuticas como prendas de presión, terapias con láser y corticosteroides, los cuales se miden con escalas subjetivas de cicatriz, más que en la identificación de objetivos moleculares que puedan diferenciar entre tejido cicatricial normal y fibroblastos de cicatrices hipertroficas. Estos ensayos clínicos no abordan las causas moleculares subyacentes y, por lo tanto, no difieren mucho de los estándares de tratamiento actuales.
Los investigadores hacen un llamado a la realización de ensayos clínicos doble ciego y el uso de parámetros moleculares cuantitativos robustos para medir los resultados y así determinar la eficacia de los objetivos moleculares en la reducción de cicatrices hipertroficas.
Fuente: www.ncbi.nlm.nih.gov
Ver y consultar a centros