Papada y flacidez en la mandíbula: ejercicios, causas y tratamientos innovadores
La flacidez en la mandíbula y el cuello, comúnmente llamada papada, es una condición que suele aparecer con la edad y la pérdida de elasticidad de la piel. Aunque este proceso es natural en el ciclo de envejecimiento, existen diversas técnicas y ejercicios para combatir y prevenir su aparición.
¿Qué contribuye al desarrollo de la papada
La papada se forma principalmente debido al proceso de envejecimiento, cuando la piel comienza a perder colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para mantener su firmeza y estructura. La disminución de estos componentes, sumada a la pérdida de tejido graso subcutáneo, lleva a una mayor flacidez y formación de piel sobrante en la región del cuello y mandíbula.
Factores como la genética, el estrés, los hábitos faciales repetitivos y ciertas elecciones de estilo de vida pueden anticipar o agravar la aparición de la papada. Además, cambios bruscos de peso y la exposición al sol sin protección también son factores que contribuyen a esta condición.
Ejercicios para fortalecer la mandíbula
La práctica de ejercicios faciales se ha popularizado como una forma de tonificar los músculos de la cara y el cuello. Ejercitar estas zonas puede ayudar a mejorar el contorno de la mandíbula, a pesar de que la evidencia científica aún es limitada. Sin embargo, muchos estudios presentan resultados positivos, señalando mejoras en la apariencia de la piel de los participantes.
Los ejercicios faciales recomendados incluyen movimientos que trabajan equitativamente los músculos de la cara, sin sobreexigirlos. Entre los más efectivos, se hallan aquellos que implican gestos como sonreír, inflar las mejillas y mover la mandíbula. Se sugiere practicar estos ejercicios en series de 8 a 12 repeticiones, varias veces al día, manteniendo cada gesto durante 5 a 20 segundos.
Opciones de tratamiento para la papada
La medicina estética ofrece un abanico de procedimientos para quienes desean tratar la papada de manera más directa. Entre los tratamientos populares se encuentran los rellenos dérmicos, que consisten en la inyección de sustancias que aportan volumen a las zonas hundidas del rostro, proporcionando un efecto de lifting natural en el área de la mandíbula.
Otra opción es la terapia con ultrasonido, como la Ultherapia, que promueve la producción de colágeno a niveles profundos de la piel y produce un efecto tensor en el largo plazo.
Además, existen tratamientos como la radiofrecuencia, que estimulan las fibras de colágeno y elastina para recuperar la firmeza de la piel.
Para casos más severos, la cirugía de elevación del cuello (lifting cervical) puede ofrecer resultados significativos, aunque implica un período de recuperación extenso y un costo más elevado.
Prevención y cuidados para reducir la papada
Si bien es inevitable la aparición de la papada con el paso del tiempo, ciertos hábitos pueden ayudar a retrasar su desarrollo y disminuir su gravedad. Mantener una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso, proteger la piel del sol y adoptar una buena postura, son algunas de las recomendaciones para prevenir la flacidez en la zona de la mandíbula.
La papada no representa un riesgo para la salud, pero puede afectar la autoestima de la persona que la padece. Por fortuna, existen varias alternativas a disposición para tratarla y mejorar su aspecto estético.
Nota de la redacción:
Esta información ha sido redactada por especialistas en comunicación en estética y cuidado personal de TodoEstetica.com, buscando brindar a los lectores un contenido veraz y actualizado sobre las opciones e innovaciones en el tratamiento y prevención de la flacidez facial y de mandíbula.
Fuente: www.medicalnewstoday.com
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