Terapia combinada de HIFU y radiofrecuencia muestra resultados prometedores en tensado cutáneo: Estudio Malasio
En un esfuerzo por avanzar en las opciones no quirúrgicas para el rejuvenecimiento facial, investigadores en Malasia han llevado a cabo un estudio retrospectivo que evalúa la seguridad y eficacia de la terapia combinada de ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU, por sus siglas en inglés) y radiofrecuencia monopolar (RFM), dos procedimientos conocidos por su capacidad para tensar la piel. Este enfoque multi-tecnológico está ganando terreno como una alternativa convincente a las intervenciones invasivas y ofrece una recuperación más rápida con resultados estéticos considerables.
La investigación, realizada en una clínica estética de Johor Bahru, Malasia, se extendió desde junio de 2018 hasta mayo de 2021 e incluyó a un total de 56 pacientes con una media de edad de 47,7 años, de los cuales la mayoría eran mujeres. Los tipos de piel se categorizaron según la escala de Fitzpatrick, y se observó una preponderancia de tonos de piel III y IV.
El estudio descubrió que el 96,4% de los pacientes vieron una mejora clínicamente significativa en la apariencia de su piel. De acuerdo con la Escala de Mejora Estética Global (GAIS), que se utilizó para medir la efectividad, los pacientes experimentaron mejoras notables en la tensión y textura de la piel tras someterse a la terapia combinada. Los efectos adversos más notorios fueron la presencia de eritema transitorio, aunque no se reportaron eventos adversos graves como quemaduras, hinchazón, entumecimiento o debilidad muscular.
La evidencia previa ya apoyaba la efectividad y seguridad del uso independiente tanto del HIFU como del RFM para el tratamiento de la laxitud cutánea y el rejuvenecimiento. Sin embargo, este estudio es pionero al explorar y confirmar los beneficios en la población malaya de la combinación de estas dos modalidades. Estos hallazgos sugieren que la terapia combinada tiene el potencial de ofrecer una alternativa efectiva a procedimientos más invasivos, siendo el grupo objetivo principal aquellos con signos de envejecimiento de leves a moderados, mientras que aquellos con signos más pronunciados podrían beneficiarse mejor de una intervención quirúrgica.
El estudio también destacó que no hubo una correlación significativa entre el tipo de piel de Fitzpatrick y la mejora clínica, lo que indica que la terapia combinada puede ser efectiva en una amplia gama de tonos de piel. Además, no se observó una asociación significativa entre la mejora clínica y la clasificación de Glogau, un sistema que evalúa la severidad del fotoenvejecimiento.
Mientras que este estudio abre las puertas a un mundo de posibilidades en el ámbito de la estética no invasiva y el rejuvenecimiento facial, los autores advierten que su investigación tiene limitaciones y que futuros estudios con un tamaño de muestra más grande y una evaluación objetiva del paciente podrían reforzar estos hallazgos prometedores.
En resumen, los avances en la combinación de tecnologías para el tensado cutáneo están avanzando a pasos agigantados, proporcionando tanto a los profesionales como a los pacientes nuevas y emocionantes posibilidades. A medida que se acumulan más datos y experiencias clínicas, el potencial de los tratamientos combinados de HIFU y RFM promete ofrecer opciones efectivas y seguras para aquellos que buscan revitalizar su apariencia sin tener que someterse a procedimientos invasivos.
Fuente: www.ncbi.nlm.nih.gov
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