6 de Mar, 2021 . Hoy en día hay cirugía para todo. Algunos se transforman radicalmente para poder sentirse mejor con su cuerpo y apariencia. Pero también tenemos a los que recurren a la cirugía plástica para reconstruir su apariencia después de una tragedia o restaurar un problema como un defecto de nacimiento.
La autoestima es importante, pero debe haber límites. Hay protocolos espirituales (como planos energéticos) que guían la programación encarnacional. No pueden tener la perfección de la imagen física como objetivo último.
Hasta hace poco, la posición de la mujer en la sociedad se limitaba al matrimonio, y la estética era parte fundamental del éxito o fracaso que podía afrontar una mujer a la hora de conseguir marido.
Como su nombre indica, la presión estética es aquella presión social que se propaga por la cultura y se refuerza significativamente por los medios de comunicación, especialmente las redes sociales. Puede influir en una persona de diversas formas, incluida la presión de grupo.
A través de los gigantes de las redes sociales, somos bombardeados a diario por perfiles que muestran esta perfección, reforzando aún más cierto estereotipo, generando una creciente insatisfacción con la imagen y el cuerpo.
Y esta presión es tan intensa hoy que afecta a todos, no solo a las mujeres. Tanto es así que vemos a muchas celebridades que, a pesar de la imagen perfecta, son acosadas y criticadas. O estás demasiado delgado o has subido de peso y ya no te sirve. El pecho es demasiado pequeño, demasiado grande o demasiado flácido. Si el vientre tiene muchos músculos, parece un hombre. Si sus músculos no se ven, está demasiado gordo.
Fuente: omtimes.com
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