Avances en dermatología: Manchas de vino de Oporto en bebés son eliminadas con tratamientos láser semanales
Un reciente estudio clínico llevado a cabo por especialistas en dermatología ha arrojado resultados prometedores en el tratamiento de manchas de vino de Oporto (PWB, por sus siglas en inglés) en infantes, una anomalía vascular congénita que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.
Las manchas de vino de Oporto, que se presentan desde el nacimiento, son lesiones cutáneas que no solo tienen un impacto estético, sino que también están asociadas con trastornos psicosociales tanto durante la infancia como en la adultez. Estas marcas, que se originan por una acumulación anormal de vasos sanguíneos, suelen ser permanentes y pueden oscurecerse o engrosarse con el tiempo si no se tratan.
La terapia con láser de colorante pulsado (PDL, por sus siglas en inglés) se ha establecido como el estándar de oro en el abordaje de estas lesiones. Sin embargo, el paradigma de tratamiento ha estado sujeto a revisión constante y, en este sentido, las frecuencias más altas de sesión han mostrado mejores resultados en comparación con las intervenciones más espaciadas en el tiempo.
El estudio retrospectivo, que se concentró en analizar los expedientes de 10 pacientes con PWB tratados desde su infancia, ha evidenciado la eficacia del láser PDL aplicado semanalmente.
Los participantes, cuya mediana de edad era de 4 semanas al momento de comenzar el tratamiento y consistían en su mayoría de niños, mostraron una mejora significativa en la decoloración de las manchas. En el estudio se evitó el tratamiento de zonas con pelo, usándose como un control comparativo dentro de la investigación.
Tras dos meses de sesiones semanales, se registró una eliminación casi total (entre 76% y 95%) en seis de los pacientes, mientras que uno mostró una eliminación del 100%. Los tres pacientes restantes, que presentaban lesiones de mayor extensión y además implicaban extremidades inferiores y zonas fuera del rostro, alcanzaron mejorías en un rango del 51% al 75%. Estos pacientes eventualmente también lograron una eliminación casi completa con tratamientos adicionales.
Según los investigadores, la median de tratamientos necesarios para alcanzar esta eliminación casi total fue de ocho sesiones, lo que corresponde a dos meses de tratamiento. Los resultados no incluyeron eventos adversos significativos, lo que subraya la seguridad de la intervención.
El equipo médico detrás de la investigación señaló la necesidad de analizar estos hallazgos con más profundidad, así como instó a la comunidad médica a considerar estos resultados en futuras prácticas clínicas.
Este avance representa una esperanza tangible para los padres de infantes con PWB, abriendo una ventana hacia un futuro donde estas marcas no tendrán que tener un impacto duradero en la vida de los niños. A medida que la comprensión y las técnicas de tratamiento para las manchas de nacimiento continúan avanzando, las familias afectadas podrán tener acceso a terapias más efectivas y seguras.
Fuente: www.healio.com
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