Si bien tomar el sol de forma natural o mediante rayos uva no es de ningún modo perjudicial para la salud de tus implantes, en ocasiones va a provocar que las cicatrices se hagan más evidentes. Por lo tanto, se debe evitar que el sol o los rayos bronceadores incidan directamente sobre estas incisiones durante al menos un año después de haber realizado la cirugía, ya que de lo contrario las marcas se van a oscurecer de forma permanente. Si notas que el implante está caliente no debes preocuparte, ya que transcurrido un tiempo volverá a enfriarse sin causar más molestias.
Las cremas solares reducen enormemente estos efectos nocivos y su eficacia va a depender de las características de la piel de la paciente, la cantidad y frecuencia con que se usa y el factor de protección que posee. Los especialistas están de acuerdo en afirmar que 2 gramos por centímetro cuadrado aplicados 15 minutos ante de la exposición al sol es lo más adecuado para proteger la cicatriz del implante. Sin embargo, son conscientes de que en ocasiones no se siguen sus consejos a rajatabla por lo que recomiendan usar un factor de protección de 50 o más y llevar sombreros de ala ancha, así como sombrillas que permitan tener un poco de sombra incluso en los días que están algo nublados.
Si pese a todo notas que tus incisiones de tu operación de mamas se están oscureciendo deberías evitar tomar el sol y adoptar otras medidas que favorezcan el proceso de cicatrización, como dejar de fumar e incrementar el consumo de vitamina C y D, presente en productos como el aceite de mosqueta.
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