Angioma de cereza: Un fenómeno cutáneo común
Los angiomas de cereza son formaciones vasculares benignas que aparecen con frecuencia en la superficie de la piel, especialmente a medida que las personas envejecen. Estos pequeños tumores están compuestos de capilares sanguíneos dilatados, lo que les da un color rojo característico y su nombre.
¿Qué son los angiomas de cereza
Estas lesiones, que presentan superficialidades semejantes a lunares, tienen la capacidad de variar en tamaño y, aunque su etiología precisa es incierta, hay indicios que sugieren una influencia genética importante en su aparición. Se les conoce también como angiomas seniles o manchas de Campbell de Morgan y su frecuencia aumenta con la edad, siendo comunes en el 75% de los adultos mayores de 75 años.
Síntomas visibles
A pesar de ser prominencias usualmente inofensivas, los angiomas de cereza pueden suscitar inquietud. Por norma general, muestran un tono rojo vivo debido a los capilares dilatados, aunque pueden presentarse en tonos azules o púrpuras y suelen ser más notorios en tonos de piel claros. Estas protuberancias tienen dimensiones que habitualmente oscilan entre 1 y 5 milímetros y, al aumentar de tamaño, adquieren una forma abovedada con superficies planas y lisas.
Ubicación y características distintivas
El tronco, el estómago y la espalda son las zonas donde comúnmente se manifiestan estos angiomas, pudiendo aparecer en grupos. A diferencia de los angiomas araña, los angiomas de cereza no presentan extensiones rojizas y no cambian de color al ejercer presión sobre ellos.
Causas y factores asociados
Se ha postulado que la exposición a bromuros, presentes en diversos artículos cotidianos, podría estar vinculada con la emergencia de angiomas de cereza. Aunque algunas investigaciones preliminares sugieren esta conexión, la evidencia concreta aún es escasa y se requiere mayor investigación para establecer una relación definitiva.
Métodos de eliminación
La eliminación de los angiomas de cereza, mayormente motivada por razones estéticas, puede llevarse a cabo mediante diversas técnicas como la escisión, la electrodesecación y la crioterapia. Además, la terapia láser es una opción efectiva, que utiliza un haz de luz para colapsar los vasos sanguíneos del angioma causando su desaparición o reducción significativa de su tonalidad.
Recomendaciones médicas
Ante la aparición de angiomas de cereza, se recomienda la consulta médica para descartar que la lesión cutánea corresponda a otra índole que necesite atención especializada. Además, es importante evitar los métodos caseros de remoción, que pueden provocar dolor, infección y cicatrización significativa, y recurrir siempre a profesionales para realizar cualquier procedimiento de este tipo.
Prevención y vigilancia
La detección oportuna y la evaluación profesional son esenciales para la salud cutánea. Se hace énfasis en que un aumento súbito en la cantidad o un cambio en la apariencia de los angiomas puede requerir una atención médica más profunda. En contraste, los angiomas asociados a envejecimiento o a la genética no suelen representar un peligro inminente.
Los angiomas de cereza destacan como una condición cutánea común y, en la mayoría de los casos, benigna. Con múltiples opciones de tratamiento disponibles y con el asesoramiento adecuado, aquellos que buscan su remoción pueden hacerlo de manera segura y efectiva.
Fuente: www.medicalnewstoday.com
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