Los expertos en el campo de la medicina estética se enfrentan a una continua evolución de las técnicas y tratamientos, en su esfuerzo por ofrecer los mejores resultados a los pacientes. La Revista Científica de la SEME se hace eco de estos avances y de la importancia de la actualización constante en una disciplina que no deja de crecer y diversificarse.
En su sección de reseñas, se destacan investigaciones que evidencian la implementación de dispositivos electrónicos del tamaño de una cápsula para combatir la obesidad. Este dispositivo innovador, que se activa en contacto con el jugo gástrico y estimula sensaciones de saciedad, representa un acercamiento distinto a la terapia no-farmacológica. Los hallazgos preliminares revelan una prometedora ventana abierta hacia nuevas estrategias de tratamiento para este y otros problemas de salud relacionados.
La revista también aborda la seguridad y los efectos adversos del uso de la toxina botulínica, un tema crucial dado su amplia aplicación. Un estudio reciente examina los datos recopilados por el sistema de información espontánea europeo desde el año 2002 hasta el presente, destacando la importancia de identificar efectos adversos que podrían confundirse con otros trastornos o medicamentos.
Otro tema de interés es el uso de la ecografía como herramienta objetiva para evaluar los resultados en el tratamiento estético del dorso de las manos con ácido hialurónico, un territorio delicado y complejo. La capacidad de la ecografía para discernir hasta nueve capas distintas de tejido es una muestra de la precisión que estos procedimientos requieren.
Con respecto a los tratamientos médico-estéticos y su posible impacto en la percepción de la emocionalidad de los pacientes, se menciona que las mejoras en la apariencia pueden influir significativamente en la autoestima. No obstante, se reflexiona sobre la ética de la práctica cuando el volumen de los tratamientos se encuentra ligado a alternativas preventivas farmacológicas, suscitando interrogantes sobre el verdadero bienestar del paciente frente a los intereses comerciales.
En términos de tendencias actuales, se señala la creciente relación entre la interacción con tecnologías de imagen y realidad aumentada y el deseo de los pacientes por emular ciertos estándares de belleza, lo que sugiere un cambio en las motivaciones detrás de los tratamientos estéticos.
En el campo de la farmacología, se destaca la semaglutida, un fármaco inicialmente utilizado en pacientes diabéticos que ahora revela efectos positivos en la reducción del riesgo cardiovascular en personas con sobrepeso y sin diabetes, lo que abre la puerta a un enfoque más amplio en tratamientos centrados en el manejo del peso.
Las terapias innovadoras, como la terapia libre de células, también ocupan un lugar en las resaltantes tendencias del sector. Si bien los resultados de estudios in vitro son alentadores, se recalca la necesidad de llevar a cabo estudios clínicos más amplios para confirmar su efectividad y seguridad.
La revista también examina las prácticas de prescripción de antibióticos en medicina estética, especialmente en procedimientos mínimamente invasivos, y sugiere que su utilización puede ser demasiado liberal, contribuyendo al desarrollo de resistencias.
Las complicaciones vasculares derivadas de tratamientos con ácido hialurónico, como la embolización retrógrada, son abordadas con estudios que buscan soluciones para prevenir la pérdida de la visión, un problema que debe seguir siendo un foco de investigación rigurosa para mejorar los pronósticos de estos casos.
Por último, los artículos de la revista exploran desde la aplicación del láser de alejandrita en casos de melasma y lesiones pigmentadas, hasta la evaluación de productos off-label como la hidroxiapatita de calcio hiperdiluida, destacando la necesidad de investigaciones que arrojen luz sobre su efectividad y seguridad.
Fuente: www.seme.org
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