Estudio en Mayo Clinic: Tratamientos de PRP y Microneedling No Mejoran el Rejuvenecimiento Facial
Un reconocido grupo de investigadores de la Mayo Clinic, un centro de prestigio mundial en atención médica, investigación y educación, dedica un estudio a la evaluación de dos tratamientos populares de rejuvenecimiento facial: el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) y el Microneedling. Los hallazgos, sorpresivamente, desafían las concepciones comunes sobre estos tratamientos.
En un ensayo clínico aleatorizado, realizado entre participantes femeninas con signos de envejecimiento facial, no se encontró mejora significativa al aplicar estas técnicas. El equipo de dermátologos, con años de experiencia en el campo y una amplia trayectoria en la investigación clínica, buscaba evaluar de manera precisa los efectos y la seguridad de estos métodos que, hasta ahora, eran considerados prometedores en la lucha contra los efectos del tiempo en la piel.
El grupo de 18 mujeres fue seleccionado cuidadosamente siguiendo criterios rigorosos para garantizar la validez del estudio. Las participantes, todas mayores de 45 años, fueron tratadas alternadamente con PRP y solución salina. Estos tratamientos se aplicaron en lados diferentes de sus rostros, actuando así un lado como control del otro. Posteriormente, todas fueron sometidas a sesiones de Microneedling para completar el tratamiento.
A lo largo del transcurso de la investigación, que tuvo un seguimiento de hasta 24 semanas, se realizaron valoraciones periódicas incluyendo exámenes físicos de la piel y fotografías clínicas. Surpreendentemente, los especialistas no detectaron mejoras significativas ni en la textura de la piel ni en la reducción de arrugas o laxitud cutánea entre el inicio del estudio y las revisiones de seguimiento.
El procedimiento de PRP utilizó una concentración autóloga de plaquetas humanas en un pequeño volumen de plasma, la cual fue inyectada en la piel mediante técnicas especializadas. El Microneedling, por su parte, es una práctica mínimamente invasiva que crea pequeñas perforaciones en la piel con el fin de estimular la regeneración del tejido.
Cabe destacar que todos los participantes del estudio, aparte de reportar dolor e incomodidad durante los procedimientos, no percibieron mejoras notables que validaran la continuidad del tratamiento. Estos resultados han provocado inquietud en la comunidad dermatológica, ya que cuestionan la eficacia de dos de las técnicas más modernas usadas en el rejuvenecimiento de la piel.
Los investigadores sugieren que la edad avanzada de las participantes, así como una posible menor calidad de las plaquetas debido a esta, podrían ser factores determinantes en la ausencia de resultados. Además, proponen que la falta de una respuesta significativa podría obedecer a métodos de evaluación menos sensibles, dejando una puerta abierta a más estudios que hagan uso de herramientas más precisas para medir los cambios en la piel a nivel microscópico.
Es importante señalar que este estudio forma parte de los esfuerzos continuos por evaluar la seguridad y eficacia de tratamientos estéticos, y aunque sus resultados no hayan sido los esperados, proporciona una plataforma valiosa para futuras investigaciones. Para aquellos interesados en explorar otras opciones de tratamientos de rejuvenecimiento facial, existen diversas clínicas especializadas.
En este panorama de incertidumbre, la investigación subraya la necesidad de continuar explorando la efectividad del PRP y del Microneedling, potencialmente en cohortes de pacientes más jóvenes o con menor grado de envejecimiento cutáneo. La Mayo Clinic, con su compromiso de avanzar en la vanguardia médica, continuará desarrollando estudios que profundicen en estos hallazgos. Estos descubrimientos ponen el foco no solo en los tratamientos estéticos y sus resultados, sino en la importancia de que estén respaldados por la ciencia y la investigación clínica para asegurar tratamientos más efectivos y seguros para los pacientes.
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Fuente: journals.lww.com
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