La búsqueda constante de respuestas en la ciencia médica nos lleva a un reciente avance con potencial para cambiar el proceder ante complicaciones en procedimientos estéticos. Un estudio preclínico ha explorado el uso de heparina y nitroglicerina como tratamiento para contrarrestar el embolismo intravascular causado por poliácaprolactona (PCL), un material común en rellenos faciales.
Los rellenos dérmicos han ganado popularidad por su capacidad de estimular la producción de colágeno y dar volumen a la piel, ofreciendo una apariencia rejuvenecida. No obstante, en raras ocasiones, su administración puede desembocar en una obstrucción vascular. Este tipo de complicaciones, dependiendo de su ubicación y gravedad, pueden causar inflamaciones, necrosis del tejido e incluso pérdida de visión.
Ante la carencia de un tratamiento consolidado para esta complicación, investigadores se han dedicado a buscar una solución efectiva. La combinación de heparina, un conocido anticoagulante, y nitroglicerina, un dilatador de venas y arterias, ha surgido como una vía prometedora en la restauración de la perfusión sanguínea luego de una embolia inducida por el uso de PCL.
El estudio, basado en modelos animales, mostró que tras la inducción de un embargo en las arterias epigástricas inferiores en ratas y en la arteria auricular de conejos, el tratamiento combinado no solo mejoró significativamente el reflujo sanguíneo, sino que también redujo la formación de trombos y la aglomeración de células inflamatorias en el sitio afectado. En comparación con salinas y ácidos hialurónicos usados como controles, y la hialuronidasa utilizada como medicamento positivo, la combinación heparina-nitroglicerina demostró ser igualmente efectiva.
Estos resultados preliminares sugieren que este enfoque terapéutico podría implementarse para mitigar los efectos del embolismo intravascular en procedimientos estéticos que involucren rellenos dérmicos con PCL. La reducción observada de la necrosis de tejidos y el edema local es un hito que podría abrir las puertas a nuevos protocolos de manejo clínico que garanticen mayor seguridad y satisfacción en el ámbito de la medicina estética.
La importancia de esta investigación radica en que hasta el momento no se disponía de una directriz clara para enfrentar complicaciones de esta índole. Con su progreso, es posible anticipar en un futuro no muy lejano, tratamientos que acorten la recuperación de pacientes y disminuyan riesgos asociados a procedimientos estéticos.
Esta clase de avances no solo son cruciales para la comunidad médica, sino para aquellos individuos que opten por tratamientos como el rejuvenecimiento facial, donde la eficacia y la seguridad son elementos clave. La medicina estética sigue evolucionando, y con ella, la calidad de vida de muchos pacientes.
Fuente: pubmed.ncbi.nlm.nih.gov
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